Javier Carrera es permacultor, Fundador de la Red de Guardianes de Semillas donde actualmente está encargado de la gestión organizativa de la Red a nivel nacional en Ecuador.
Como parte de las personas activas y preocupadas por la recién aprobada ley de agrobiodiversidad y semillas, Javier nos comparte y propone desde un común diario vivir, lo que podemos hacer para defender nuestra salud y el conocimiento ancestral en la diversidad de las semillas.
¿Cuáles son las principales actividades que hace un guardián de semillas?
Los guardianes y las guardianas de semillas nos dedicamos parte de nuestra vida a conocer a fondo las plantas. Participamos en su evolución, practicando una selección consciente y cultivos agroecológicos. Somos innovadores locales que construimos alternativas en nuestras propias vidas y así influir en el entorno y mejorarlo. También estamos inmersos en tejidos sociales locales y nos articulamos a nivel nacional para compartir semillas y conocimientos.
¿Qué opina un guardián de semillas ante la ley aprobada de agrobiodiversidad y semillas donde se abre el país a investigación de transgénicos?
En un sentido la Ley ha sido un gran triunfo para los movimientos sociales ya que la propuesta que circuló en julio de 2016 era muy negativa, pues imponía abiertamente la certificación obligatoria de todo tipo de semilla que circule en el país, y además declaraba a la semilla patrimonio del Estado. Nosotros participamos activamente, junto a otras organizaciones sociales, en espacios de discusión y en las consultas pre legislativas, logrando que se modificara esto. Ahora, la Ley asegura la libre circulación de la semilla campesina y declara que ésta es patrimonio del pueblo.
Sin embargo, nos preocupa una falta de coherencia en el texto de la Ley. Hay artículos que están en contradicción con el principio de libre circulación de la semilla y tememos que al momento de hacer el reglamento haya desviaciones graves que afecten nuestra labor.
Por otro lado, el veto presidencial impuesto por Rafael Correa y aceptado por la Asamblea (investigación de transgénicos) afecta nuestra labor, el futuro comercial del agro ecuatoriano, y es potencialmente peligroso para la salud humana y del ambiente.
¿Por qué se dice que cultivos de investigación de transgénicos puede afectar la alimentación de consumidores?
Todo desarrollo de transgénicos implica cultivar los mismos para experimentación. Es imposible impedir que el material genético escape de esos campos y no contamine la región colindante. En México sucedió esto: varios estados (provincias) de esa nación tienen todo su maíz contaminado, incluso las variedades ancestrales utilizadas en la cocina familiar y patrimonial. En muchos casos la contaminación se dio con variedades transgénicas que no son aptas para el consumo humano.
En Ecuador sería criminal permitir que los cultivos de alimentación se contaminen con transgénicos. No es posible conocer ahora las consecuencias a largo plazo de consumir estas plantas que metabólicamente no funcionan como plantas normales. Sabemos –sin embargo- gracias a los estudios independientes, que hay afectación a la salud: alergias, cáncer. Si los campos se contaminan, va a ser imposible monitorear cada producto que esté afectado, lo cual atenta a nuestros derechos como consumidores .
La contaminación transgénica se vuelve rápidamente irreversible.
¿Podemos protegernos de los transgénicos, de qué manera? Como consumidores y productores
En primer lugar, debemos informarnos, conocer más del tema.
Desconfiar de la información que proviene de las partes interesadas: científicos y empresas que esperan lucrar con la introducción de transgénicos. Debemos apoyar a las organizaciones que sostendrán las demandas de inconstitucionalidad y plantearán reformas a la ley que abre la spuertas a cultivos experimentales de transgénicos.
En otros países, la población se ha movilizado para impedir físicamente el desarrollo de los cultivos transgénicos, con bastante éxito.
Finalmente, como consumidores debemos evitar los alimentos que contienen transgénicos. En Ecuador el etiquetado es obligatorio, pero no siempre se cumple. Hay que evitar todo producto que contenga soya o aceite de soya, por ejemplo, pues el 90% de ella es transgénica. También deberíamos evitar el pollo de galpón, alimentado con transgénicos.
¿Qué acciones realizarán guardianes de semillas ante la ley aprobada? De manera individual y colectiva
¡Seguir sembrando, seleccionando y distribuyendo semillas! Esa es nuestra primera responsabilidad.
También esteremos atentos al desarrollo del tema, brindando el apoyo que podamos a quienes luchan en defensa de las semillas y de la vida.
Más información en info@redsemillas.org