Esta crema de quinua, sin crema, es deliciosa y además muy rápida de hacer. Es una sopa básica, suave y exuberante con un toque crujiente, gracias a la fibra de la quinua no licuada.
Esta es una receta de Michelle O. Fried, nutricionista en salud pública y escritora de libros de cocina. Ella comenta: «Algunos me han dicho que es incluso mejor que la clásica sopa de quinua ecuatoriana que lleva cerdo y papas». Destaca la tradición de ‘sin carne’, pero según Michelle «no sentirás que estás ayunando cuando saboreas esta deliciosa sopa porque se vuelve rica y elegante gracias al maní o pepas de zambo».
Y recuerde, la quinua es una proteína completa. Las mujeres andinas nativas, antes de la llegada de los españoles, instintivamente sabían su valor y la compararon con la leche materna, utilizando la quinua durante del periodo de destete. Para equilibrar su dieta y obtener todos los macro y micronutrientes, sirva esta sopa de crema con una ensalada verde, o bien tiritas de verduras crujientes. Y luego, si quieres, termine la comida con una fruta fresca.
CREMA DE QUINUA SIN CREMA
Ingredientes para 6 porciones
- 1 1/3 tazas de quinua, lavada y enjuagada
- 1 ½ litros del agua
- Refrito:
1 cucharada de mantequilla (NO MARGARINA)
(opcional: ½ cucharadita de pasta de achiote)
2/3 taza de cebolla blanca, picada - 4 cucharadas al ras de maní molido o 5 cucharadas de pepa de zambo tostada
- 2 tazas de leche
- sal
- opcional: 1 ají rojo
Preparación
Cocinar la quinua en el agua durante 10 minutos en una olla de presión (o 30 minutos en olla común) hasta que cada grano sea abierto y el germen blanco pequeño ya no esté conectado al grano interior transparente.
Hacer el refrito: calentar la mantequilla (con el achiote, si desea); añadir la cebolla blanca y freír a temperatura baja hasta que esté translúcida.
Licuar una tercera parte de la quinua cocida con la leche, el maní molido y el refrito. Poner el ají en la olla de la quinua, si desea y verter el licuado, salar y calentar pocos minutos o hasta que se espese, mezclando para evitar que se pegue.
Esta receta y muchísimas otras se encuentran en el primer libro de Michelle O. Fried: Comidas del Ecuador